Odonianismo
El odonianismo es el anarquismo. No ese de la bomba–en–el–bolsillo, que es terrorismo, aunque trate de dignificarse con otros nombres; tampoco el darwinismo social llamado "libertarianismo" económico de la extrema derecha; sino anarquismo, como lo prefiguró el temprano pensamiento taoísta y como lo expusieron Shelley y Kropotkin, Goldman y Goodman. El principal blanco del anarquismo es el estado autoritario (capitalista o socialista); su principal tema práctico y moral es la cooperación (solidaridad, ayuda mutua). Es la más idealista y, para mí, la más interesante de las teorías políticas.
El odonianismo es una filosofía política y un movimiento social propuesto por Ursula K. Le Guin en su novela Los Desposeídos: una utopía ambigua. La base de esta forma de organización es el anarquismo, con énfasis en algunos aspectos:
- La vida y lo vivo como modelo. Este aspecto destaca la propiedad cambiante del anarquismo: no se trata de una utopía clásica en la que, una vez establecidas las estructuras económicas y sociales, se supone que se ha alcanzado una especie de perfección inalterable que debe mantenerse inmóvil a toda costa. Esa concepción clásica ha llevado al establecimiento de regímenes rígidos y autoritarios que, en nombre del bien común y de la autoperpetuación incurren en atrocidades. El anarquismo odoniano, en cambio, entiende que la sociedad es reflexiva y puede actuar sobre sí misma en un acto de constante autotransformación.
- La equidad de los géneros. Algunos precursores del anarquismo (como Proudhon) abogaban por la igualdad de los hombres negándosela a las mujeres y relegándolas a las labores domésticas. En el anarquismo odoniano ningún género está subordinado a otro y las relaciones amorosas y sexuales no están regidas por ningún rol de género ni privilegian ninguna preferencia sexual: el consenso y el acuerdo entre quienes participan tienen primacía sobre cualquier costumbre.